La leonardita es, por naturaleza, una materia prima sostenible y eficaz que se forma por meteorización a partir de depósitos de lignito, la leonardita tiene un mayor grado de oxidación y, por tanto, contiene una mayor proporción de ácidos húmicos y grupos carboxílicos bioactivos. Entre las diferencias de la Leonardita con respecto al resto de productos con sustancias húmicas, la principal reside en la elevada bioactividad de la Leonardita a través de su estructura molecular.
Estas sustancias aportan propiedades ideales para los suelos, pues son agentes quelatantes que ayudan a aumentar la CII (Capacidad de intercambio iónico) y hacerlos disponibles para la raíz, este importante papel lo desarrollan los grupos carboxílicos e hidroxilos fenólicos de los que están formados los ácidos húmicos y ácidos fúlvicos. Además, aumenta la permeabilidad celular y el proceso respiratorio y de esta manera, se induce la proliferación radicular.
Como se observa en la fig 1, la humificación es el paso final de la degradación de la materia orgánica, lo cual es básicamente el clivaje de moléculas de gran peso molecular en complejos coloides amorfos que contiene grupos fenólicos.
Los ácidos húmicos tienen mayor peso molecular que los fúlvicos, mayor capacidad de intercambio catiónico y mayor capacidad de retención de agua. Los ácidos húmicos tienen un efecto más continuado y persistente en el suelo. Se usan para mejorar las propiedades del suelo y, sobre todo, para aumentar la capacidad de intercambio catiónico (CIC) del suelo. En cambio, los ácidos fúlvicos son utilizados como bioestimulante para realizar un efecto enraizador y prebiótico benéfico para el microbioma radicular.
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