La preparación de la superficie es requisito fundamental para garantizar la durabilidad y el acabado uniforme de un recubrimiento de piso epóxico. La preparación de superficie garantiza una correcta limpieza y perfil de anclaje requerido para la aplicación de capas posteriores. Aquí te explicamos por qué es tan importante y cómo se realiza este proceso clave.
Adhesión: Una superficie correctamente preparada garantiza una adhesión adecuada del recubrimiento epoxi al sustrato. Si la superficie no está limpia y libre de contaminantes, o si el sustrato es liso, el recubrimiento puede no adherirse correctamente, lo que puede resultar en descamación o desprendimiento prematuro del recubrimiento aplicado.
Durabilidad: Una buena preparación de la superficie contribuye a la durabilidad del recubrimiento epoxi. Eliminar cualquier residuo, grasa, aceite o suciedad garantiza que el recubrimiento se adhiera firmemente al sustrato, lo que ayuda a prevenir el desgaste prematuro y la delaminación.
Uniformidad del acabado: La preparación adecuada de la superficie también contribuye a lograr un acabado uniforme y sin defectos. Si la superficie presenta imperfecciones, como grietas, baches o irregularidades, estas pueden ser visibles a través del recubrimiento epoxi, lo que afectará la apariencia final del piso.
Prevención de problemas futuros: Una superficie mal preparada puede ocultar problemas subyacentes, como humedad residual o daños estructurales. Estos problemas pueden empeorar con el tiempo y comprometer la integridad del recubrimiento epoxi.
Facilita la aplicación: Una superficie bien preparada simplifica el proceso de aplicación del recubrimiento epoxi. La eliminación de obstáculos o contaminantes permite que el instalador trabaje de manera más eficiente, lo que se traduce en menores tiempos de instalación y un acabado de mayor calidad.
Proceso típico de preparación de la superficie para un recubrimiento de piso epoxi.
Limpieza profunda: Este proceso busca eliminar cualquier suciedad, polvo, grasa, aceite u otros contaminantes de la superficie mediante el uso de detergentes, desengrasantes, limpiadores alcalinos o métodos de limpieza química.
Eliminación de recubrimientos anteriores: Sí existen capas previas aplicadas en el piso, como pintura o selladores, es necesario eliminarlos por completo antes de aplicar el recubrimiento epoxi. Esto puede requerir el uso de técnicas de lijado, granallado u otros métodos mecánicos o químicos.
Reparación de imperfecciones: Rellena cualquier grieta, agujero o fisura en la superficie con un compuesto de relleno epoxi o mortero de reparación adecuado. Es importante asegurarse que la superficie esté nivelada y suave antes de aplicar el recubrimiento epoxi.
Granallado o lijado: Para mejorar la adhesión del recubrimiento epoxi, se puede realizar granallado o lijado mecánico de la superficie para crear una textura adecuada y abrir los poros del sustrato.
Limpieza final: Una vez que la superficie esté preparada, realiza una limpieza final para eliminar cualquier residuo suelto o partículas de polvo que puedan interferir con la aplicación del recubrimiento epoxi.
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